Yerba
A mi padre Carlos López Cortezo
Mi padre sorbe yerba como gaucho
y la mañana rocosa disuelve
el malestar del cuerpo y de la vida.
Parece el mate niebla de un pantano
que revive, y vuelvo a verle hablar
al campesino, al obrero, la boina
ladeada, urdiendo otro futuro
azul para la tierra.
No importa, padre mío, tu fracaso.
No lo es, no lo fue nunca.
Cuando se acabe el mate y no te vea,
el mundo habrá sido mejor
tejido con tus sueños generosos.
Y esta palabra tuya que dibujas
y aquí queda,
tendrá su pampa limpia.
Su reino de igualdad y de justicia.
Itzíar López Guil
(Esta tierra es mía)